viernes, 20 de diciembre de 2013

El Espiritu de la Navidad 2



Desde hace muchos años hasta nuestros días se ha venido difundiendo y generalizando la celebración de llamado Espíritu de la Navidad. Dicha celebración se lleva a cabo entre el 21 y el 22 de diciembre, fecha en la cual se produce el solsticio de invierno. Para esta celebración se hace una serie de rituales invocando a un personaje supuestamente anciano, barbudo, muy alegre y bonachón que viene cargado de regalos, juguetes y muchas cosas bellas para repartir.
Con estos rituales, las personas buscan atraer hacia sí mismos cosas benéficas de dicha, fortuna, amor, prosperidad bajo la creencia que ese Espíritu amoroso se hace presente y llega hasta nuestros hogares (razón por la cual se abren las puertas y ventanas) impregnándolo de cosas buenas y maravillosas. Los rituales varían mucho de acuerdo a cada cultura y generalmente se usan esencias, aceites e inciensos. También se utiliza el color naranja (rayo oro –rubí) y las mandarinas como símbolo de prosperidad y abundancia así como frases, decretos, peticiones y oraciones.
Astronómicamente debemos recordar que la tierra gira alrededor del sol en 365 días y que su órbita no es completamente redonda o circular sino mas bien elíptica por lo cual su eje norte – sur tiene una inclinación de 23º 27’ y este eje va apuntando a diferentes lugares del espacio. De acuerdo con este movimiento elíptico y con el eje de inclinación del planeta, se producen los cuatro puntos significativos e importantes que marcan los ciclos de la tierra. En primer lugar están los dos puntos medios o equinoccios cuando el sol le da su luz y su calor equitativamente a todo el planeta. El termino equinoccio significa que el día y la noche tiene la misma duración. En segundo lugar tenemos los puntos más distantes de la elíptica, cuando la tierra se aleja más del sol en su recorrido para producir lo que se conoce como solsticios. El 21 de junio será el solsticio de verano en el hemisferio norte y de invierno en el hemisferio sur mientras que el 21 de diciembre tendremos entonces el solsticio de invierno en el hemisferio norte y de verano en el hemisferio sur.
Cada vez que la tierra entra en los solsticios se aprecia como si el movimiento del sol se detuviera o se hiciera más lento fenómeno que dura aproximadamente tres días. De allí la palabra solsticio que significa sol quieto. Es como si el sol estuviese estático, estacionado, inerte, sin energía para luego renacer al tercer día para seguir su trayectoria hacia el norte.
Podemos ver entonces que el solsticio de invierno comienza el 21 de diciembre, cuando el sol entra en el signo de capricornio, y comienza la celebración de la llegada del Espíritu de Navidad y al tercer día, terminado el solsticio cuando el sol renace nuevamente, es el momento de la celebración de ese nacimiento, de ese renacer que se expresa a través de la celebración de la Navidad o del nacimiento del Cristo, del Niño Jesús que viene a nacer para liberarnos de esa oscuridad propia del solsticio hacia la luz y la vida. Esto nos da a entender que tanto la llegada del Espíritu de la Navidad como el nacimiento de Jesús son fiestas basadas en la revolución solar y en momentos en que, astronómica y astrológicamente, se produce este acontecimiento en el Universo.
Pero ¿por qué se celebra el 21 de diciembre y no el 21 de junio si tenemos el mismo tipo de fenómeno astronómico? Básicamente por que el polo norte representa el polo positivo de la esfera terrestre siendo el polo sur su polo negativo. También se dice que el polo norte vibra con el sol que representa la vida, al padre, y es el polo positivo, activo y dominante mientras que el polo sur vibra con la luna que representa a la madre, la mente, la psique y es el polo negativo y pasivo. Además de eso, la punta del eje de la tierra va señalando a diferentes sitios del Universo a medida que la tierra se desplaza alrededor del sol. Desde el 21 hasta el 25 de diciembre de cada año el eje terrestre apunta a la constelación de la Pléyades, y de allí, al centro de la galaxia el cual es el lugar de mayor concentración de estrellas y de energía positiva que impregna a todo el planeta fenómeno que se da en el mes de diciembre pero no en el mes de junio. Esta energía positiva entra por el polo norte y luego irradia todo el planeta llenándolo de energía positiva.
Muchas historias y cuentos infantiles se han escrito sobre este fenómeno cósmico como por ejemplo la leyenda de Santa Claus, el anciano amoroso y bonachón que cada año viaja desde el polo norte cargado de hermosos regalos y cosas maravillosas para repartir por todo el planeta a todos los seres por igual.
Feliz solsticio de invierno en luz, amor y armonía perfecta con el Universo.


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